PILAR

Pilar Changanaqui Carbajal, 56 años, estudié solo la secundaria completa, Toda mi vida he trabajado en ventas en Atención al público, aquí cuido de un matrimonio.
Eric André Salazar Changanaqui. 21 años.

Las migraciones pueden estar motivadas por precariedad económica y condiciones de subsistencia a nivel estructural del país de origen, pero también puede haber motivos de guerras,  persecución, inseguridad, extorsión, secuestros, delincuencia generalizada, extrema corrupción, golpes de estado, altos costes de su sistema de salud, o violencia de género (Aguirre & Ranea, 2020)

“En Venezuela logré desarrollar mi pasión por el tejido artesanal, allí tuve hasta una firma personal, pero la crisis nos hizo emigrar a mi país Perú. En Venezuela tenía todo, pero a raíz de la crisis todo se perdió, hemos perdido casa, carro…Tuve la oportunidad de venir aquí y me vine. Primero yo y luego vino mi hijo”

“(…) Con el COVID, sufrimos porque yo me contagié y  lo contagié a él también y él me decía mamá, si me muero, me muero contigo, pero estamos juntos. Nos enfermamos y yo no he trabajado en ese tiempo (…). Tenía muchas preocupaciones pero lo más importante es la vida, como mi hijo me decía  y que por fin estábamos juntos.

El impacto de la COVID-19 en la primera ola dejó un balance negativo para el colectivo de trabajadoras del hogar y los cuidados: se destruyeron tres empleos de trabajadoras del hogar por cada uno del conjunto del mercado. Así, mientras se perdió el 8,3% del trabajo de este colectivo, este porcentaje bajó al 2,6% en el conjunto total (Oxfam, 2021)

Este colectivo tiene un gran nivel de desprotección ante enfermedades o accidentes laborales así como  falta de acceso a la prestación por desempleo. Por lo que al quedarse sin trabajo no tienen derecho al paro.

“Imagínate trabajar 10 años en una empresa y que te despidan y enterarte que no tienes derecho ni a 1 día de PARO”.

La vulnerabilidad se ve incrementada en las familias monomarentales, ya que su sueldo son los únicos ingresos económicos percibidos.

El 85% de las que trabajan por horas se encuentra entre el 10% de personas asalariadas con menos ingresos (Oxfam, 2021)

La salud mental de las mujeres que conforman este colectivo también es uno de los factores a los que hay que prestar atención puesto que no es solo la pérdida del trabajo, sino por la preocupación de llegar a fin de mes, así como por  todos los sentimientos de miedo y culpa que han acechado a las mujeres trabajadoras del hogar y los cuidados durante la pandemia. Disponer del apoyo y comprensión de la familia conforma un factor protector básico para estas mujeres.

“Sigo trabajando para conseguir un lugar seguro y para salir adelante con mi esfuerzo. Es muy duro y con muchas carencias, pero ahora con mi hijo aquí sé que mi vida va a cambiar”.

#EstrabajoEstrabajadoraEsCiudadana

#ElValorDeLosCuidados